lunes, 18 de abril de 2022

Probando Budgie Desktop


Budgie es un escritorio ligero, sencillo y elegante basado en Gnome y desarrollado originalmente para la distribución Solus, que luego se ha portado a otras muchas distribuciones como escritorio alternativo a los tradicionales. 

Yo era un gran fan de otro hijo de Gnome, Mate, pero tras un cambio total en mis ordenadores este inicio de año que me ha llevado a probar KDE y Cinnamon e incluso a usar Windows 11, he decidido probar Budgie, y la primera impresión es muy buena. 

Probar Budgie no tiene demasiado misterio porque casi todo lo que necesitas está en los repos oficiales de mi bien amado Debian. Pero los creadores de Ubuntu Budgie han tenido el detallazo de preparar un paquete que instala todo lo necesario en Debian Testing. Ojo, que este paquete está destinado a Testing y está en una versión bastante inicial. No digas que no te lo advierto. 


Pues poniendo manos a la masa, lo primero que necesitamos es ese paquete milagroso que usando los repos de testing nos va a poner Budgie con el pack básico de aplicaciones. Y solo tenemos que descargarnoslo desde github e instalarlo con Gdebi-gtk a golpe de clic. 


Una vez todo instalado, cerramos la sesión y la volvemos a abrir, pero en esta ocasión ya dispuestos a probar Budgie. El aspecto es bastante elegante, con un escritorio limpio y una única barra de tareas abajo. Un solo clic derecho en ese escritorio nos permitirá configurarlo tanto a él como a la barra inferior.



Un problema que me dio al principio, es que la barra inferior era un poco más alta de lo recomendable para mi pequeño monitor, y además parecía superponerse en el borde inferior de algunas aplicaciones. Bueno, pues solo hay que pasarse por la configuración, seleccionar el panel inferior, o el que sea, porque puedes crear más de uno. Lo primero que puedes es configurar los diferentes applets que componen la barra.



 

Pulsas el botón superior de configuración y ahora tienes acceso a la configuración no ya de los applets, si no de la propia barra.



 

Allí puedes cambiar su grosor, su transparencia e incluso convertirla en un dock. Es algo que a mí no me gusta, pero que a más de uno entusiasmará.



 

En cuanto al rendimiento, la verdad es que va muy fluido y no he notado que consuma mucha memoria. Además de ser bastante elegante. 


En teoría, él va aprendiendo las aplicaciones que más utilizas y poniéndolas en forma de favoritos junto al botón de menú. Yo he optado por el camino rápido, que consiste en una vez abierta una de esas aplicaciones que suelo utilizar, pulsar sobre ella con el botón derecho y convertirla directamente en favorita. Le ahorro un trabajo a Budgie y tengo a mano lo que suelo usar sin llegar a comprobar si esa “inteligencia artificial” es real o algo que he malinterpretado yo. 


Para mi gusto es un buen escritorio y es posible que se convierta en mi compañero de fatigas. Aunque lo cierto es que desde que dejé Mate, cambio mucho de parecer en esto. 

 

2 comentarios:

  1. Hombre decir que budgie es ligero..., es un escritorio de los pesados, ligeros solo hay xfce, lxde, lxqt y mate, todo lo demas ya son escritorios pesados, gnome, budgie, pantheon, cinnamon, kde menos que los anteriores, pero mas que los ligeros, etc

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    1. No es tan ligero como XFCE y similares, pero de ahí al peso de Gnome, hay una diferencia.

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prekes sodui