Vamos a empezar una
serie de artículos donde trataremos de orientar a todos aquellos que
se plantean dejar atrás Windows, pero se encuentran un tanto
perdidos a la hora de internarse en Linux.
La idea subyacente
es guiarlos paso a paso de manera que el cambio sea tranquilo y
sencillo. Nada de olvidarse de Windows de la mañana a la noche, nada
de terminal, nada de cambios bruscos.
Y para empezar.
Vamos ha a hablar de algunas de las opciones que tienes a la hora de
pasarte a Linux.
Una de las cosas más
características de Linux es su capacidad de personalización. Esto
no es Windows, donde apenas puedes cambiar el fondo de tu escritorio.
Aquí puedes elegir el escritorio que quieres usar, mezclar
aplicaciones de varios escritorios, usar diferentes sistemas de
archivo, ser purista del software libre o tolerante con lo privativo,
tener un entorno plagado de efectos gráficos o algo más comedido
que funcione bien en un equipo antiguo. Exprimir al máximo un
procesador último modelo o reutilizar el equipo que pretendías
tirar para que lo machaquen tus hijos pequeños.
Por eso en Linux, o
mejor dicho, GNU/Linux, se suele hablar de distribuciones. Esto viene
a ser un grupo de programas pre-empaquetados para construir sistemas
para diferentes gustos y necesidades. Podemos tener distribuciones
que busquen ser vistosas y sencillas, otras que se centren más en
sacar todo el rendimiento posible del equipo. Las hay pensadas para
parecerse a Windows, para uso infantil, para usos científicos, para
dar privacidad, para pentesting, para servidores…
Esto al principio
puede parecer lioso. Es como venir de un país donde uno solo puede
comprar pan para comer y entrar en un supermercado para hacer la
compra. Sin embargo, tiene una ventaja. Puedes probar tantas
distribuciones como quieras sin convertirte en esclavo de ninguna,
sin tener que pagar una y otra vez licencias, sin preocuparte por
nada que no sea encontrar la que verdaderamente te gusta.
Hay distribuciones
especificas para que los pequeños de la casa comiencen a
familiarizarse con los ordenadores. En este ámbito te recomiendo
PicarOS, un desarrollo gallego
especialmente destinado a alumnos de primaria y sus profesores, con
un aspecto perfectamente infantil y programas para empezar a utilizar
el teclado o el ratón o para desarrollar la lógica o aprender
matemáticas, pero sin olvidar herramientas para navegar por Internet
(Firefox y Chrome) o trabajar con documentos de texto y hojas de
calculo (LibreOffice)
Si lo que tratas es
de aprovechar un viejo ordenador en el que Windows no tendría
recursos ni para un pantallazo azul, te recomiendo que le des un
vistazo a Puppy Linux. Una veterana distribución capaz de vivir
incluso en un pendrive y dar utilidad a equipos más que veteranos.
Tienes todo lo necesario para navegar por la red, hacer descargas,
editar textos y hojas de calculo. En fin, el uso básico de un
ordenador si no eres demasiado exigente, en una máquina que de otra
manera iría a la basura. Y si el ordenador no es tan viejo, aunque
ya tenga sus años, puedes probar con Lubuntu, una versión del
famoso Ubuntu adaptada para consumir pocos recursos.
Si tienes un equipo
normal y lo que quieres es tener una amplia comunidad de usuarios que
ofrezcan desinteresadamente ayuda a otros usuarios, nada como las
comunidades de Ubuntu o Linux Mint. Las dos distribuciones más
populares por ser visualmente agradables y sencillas de instalar y
utilizar y tener a su disposición una amplísima cantidad de
programas para todos los gustos y usos.
Si ya has llegado a
ese momento en que Windows te da tantos problemas que estas
considerando seriamente lanzar el ordenador envuelto en llamas por la
ventana y luego pasarle por encima con una apisonadora, es el
momento de que pruebes Debian. Debian es sinónimo de estabilidad
rocosa. Hacer fallar un ordenador con este es toda una heroicidad.
Incluso yo, “Un Bruto con Debian” que le hago todo tipo de
perrerias a mi equipo, lo uso sin problemas. Si es cierto que alguna
aplicación puede fallar en un momento dado, pero el conjunto del
equipo sigue funcionando aunque me tire meses sin apagar o reiniciar
el equipo. Y solo he reinstalado por cambios de equipo o muertes de
discos duros.
También tienes
distribuciones especificas para múltiples usos, algunas basadas en
la privacidad, como Tails, otras pensadas para parecerse a Windows,
como Zorin OS, especificas para edición sonora como Musix . Si te
va la seguridad informática, seguro que te viene bien Kali. Si se
trata de “rescatar equipos” conviene tener a mano Rescatux.
Como ves, puedes
adaptar Linux a tus necesidades y gustos y no necesariamente a tu
presupuesto o a los cracks disponibles. Y lo mejor es que si no
aciertas a la primera, no pasa nada, solo tienes que instalar otra
distribución y ver si te convence más.
En la siguiente entrega, veremos como empezar las pruebas, sin decirle adiós a
nuestro Windows más que durante un ratito. Anímate, no pierdes nada.
Para alguien que viene de Windows, yo añadiría a esa lista de distribuciones MX-18 (MX-Linux) porque...
ResponderEliminar- Es muy estable (basada en Debian Stable)
- Es mucho más ligera que Ubuntu.
- Se parece a Windows 7 (lleva escritorio Xfce) (muchos usuarios de Windows nunca llegaron a acostumbrarse a Windows 8 o Windows 10).
- Viene con un montón de herramientas útiles (MX-Tools)
Un saludo
Gracias por la sugerencia.
EliminarNo conozco MX-18, pero si está basada en Debian, seguro que es buena ;)
Coincido con el comentario anterior. MX-Linux es una gran distribución con muchas herramientas que te facilitan la vida.
ResponderEliminarHabrá que echarle un vistazo ya que tanto la alabáis.
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