¡Estamos congelados!

Tal y como estaba previsto, el pasado día 5 se congelo testing y comenzó la fase final de corrección de problemas que permitirá que se convierta en estable. Y como suele ser tradicional, al llegar la congelación, comienza el juego de cábalas y  cálculos para tratar de adivinar cuando nacerá esta nueva Debian Estable, llamada Jessie.

Pero empecemos por otra interesante tradición. Y es que el primer comunicado tras la congelación suele venir acompañado por el nombre que recibirá la siguiente versión de Debian. Así pues, cuando por fin llegue Debian 9 se llamará Stretch. Como no podía ser de otro modo, el nombre proviene de Toy Story, en este caso de la tercera entrega. Aunque en esta ocasión no se trata de “uno de los buenos”, sino que nos enfrentamos a uno de los aliados de Lotso, el gran villano de la tercera entrega. Pero tranquilos, Stretch se convierte en un buen juguete al final de la película.

También tenemos ya disponible en DebianArt el artwork que acompañará a Jessie. Muy elegante en mi opinión y mucho más apropiado que las navecitas espaciales que antaño nos acompañaron y que le daban a Debian un aspecto totalmente infantil.

Pero vamos al tema. ¿Cuánto tardará en llegar Jessie?

Bien, en estos momentos, Jessie tiene casi 300 bugs, de los cuales casi 230 están presentes tanto en Jessie como en SID. Esa es la cifra que debe llegar a cero en nuestra peculiar cuenta atrás de lanzamiento. Ademas hay unos 35 paquetes parcheados o solucionados pendientes de las últimas pruebas, lo que nos bajaría la cantidad de errores realmente a solucionar en unos escasos 200 paquetes.

Wheezy necesitó unas 10 semanas en acabar con sus últimos 200 errores y Squeeze hizo lo propio en solo 7, con lo cual, a un ritmo similar, Jessie estaría con nosotros en dos o tres meses. Evidentemente, es un cálculo muy aventurado, pues el ritmo de corrección de errores es totalmente imprevisible, pero nos permite aventurar que si todo va bien, Debian 8 nacerá con la llegada de la primavera o tal vez los primeros calores del verano si la cosa se tuerce.

Señores ¡Hagan sus apuestas!