Pero existe una manera de conseguirlo tremendamente sencilla sin necesidad de pagar una VPN. Usar la red TOR para tus conexiones salientes, de forma que queden anonimizadas e incluso pudiendo elegir el país donde sales.
Como digo la solución es tan sencilla como darle un par de clics a Synaptic, porque enviar todo a través de la red TOR es tan sencillo como instalar Carburetor desde los repositorios oficiales.
Carburetor es una aplicación minimalista diseñada para Gnome, que funciona estupendamente bien en este escritorio y en sus derivados, como Mate o Cinnamon, que es mi caso. Y si utilizas cualquier otro tipo de escritorio, también lo podrás instalar, aunque no se integre tan bien. Además, también dispones de un paquete flatpak por si todo lo demás falla.
La instalación se hace con un par de clics en Synaptic y la configuración es prácticamente inexistente. Solo tienes que pulsar en el botón de las tres rayas, para entrar a las preferencias y marcar el uso del proxy, que por defecto viene desactivado. Fin del trabajo sucio.
Ahora ya puedes pulsar en conectar y abrir tu navegador favorito. Estas torificado. De hecho, aquí tienes la prueba de que hasta el mismísimo Edge es capaz de abrir una URL .onion
Muchos gestores de red y algunos operadores de telecomunicaciones tratan de cortar el acceso a TOR, ya que lo consideran el mismísimo demonio. En este caso extremo, necesitaras un puente TOR que haga de intermediario entre tu equipo y la red TOR. Estos puentes se pueden buscar en Telegram y añadirlos en la configuración. Son bastante cambiantes y hay que cambiarlos a menudo, pero suelen ser una buena solución cuando todo lo demás falla.
De esta manera tan simple, podrás saltarte las puertas al campo que tratan de poner organizaciones como LaLiga, instituciones gubernamentales o los técnicos del área de sistemas de tu empresa o escuela.
¡No lo uses para el mal!




No hay comentarios:
Publicar un comentario