Hijos de Debian: Q4OS, el imitador de XP

Debian tiene miles de hijos. Mucha gente hace sus adaptaciones para que se adapte a unas necesidades concretas, estéticas, de rendimiento, de actualización, de simplicidad… Y como no, era inevitable tener un hijo que tratase de comportarse de forma similar a XP para atraer a usuarios de este sistema.

Estoy hablando concretamente de Q4OS, un sistema basado en Debian estable, con un entorno de escritorio Trinity y aspecto de XP

Para atraer a usuarios de Windows, esta distribución apuesta, como ya hemos dicho por ofrecer un aspecto similar, pero también ofrece estabilidad para los que huyen de los pantallazos azules, y simplicidad, para que la migración no nos de dolores de cabeza.

Y empezando por el principio, encontramos la posibilidad de instalar de forma total y absolutamente automática. ¡Más fácil incluso que Windows con su siguiente, siguiente, siguiente! Solo seleccionamos esta opción y vemos como se realiza toda la instalación solita. 

Únicamente se nos preguntará, ya al final, si queremos utilizar el idioma inglés, y si no es así, podremos elegir el nuestro.

Y nos pedirá establecer una contraseña para el único usuario creado, que es el administrador. Esto es un problemilla de seguridad, pero total, es como trabaja XP ¿no?

Este es el escritorio.

Y en él nos espera la primera sorpresa. Si tratamos de abrir el navegador, Konqueror, para mi sorpresa, además de abrirse se abre un cuadro preguntándonos si queremos instalar Chrome, que claro, es mucho más moderno, eficaz, blablablá ¿En que estarían pensando los desarrolladores al hacer esta chapuza?

Y ahora llega la parte que no me gustó nada. Me puse a buscar alguna manera de instalar paquetes, perdón, programas nuevos y no encontré nada. Me puse a revisar en la terminal el archivo sources.list y esta vacío…  Entonces empecé a pensar como un usuario de Windows. ¿Cómo instalan ellos? ¿Bajando cosas desde Internet? Pues nada, a la web de los desarrolladores a ver que podemos bajarnos.

Y allí tenemos varios programas que se descargan y luego se instalan al estilo Windows, con un doble clic. Yo me baje el gestor de aplicaciones llamado Debapps, y ante mi sorpresa, lo que me instaló fue mi querido Synaptic. ¡Esto ya me gusta más!

La distribución en si es ligera, funciona con buena velocidad aunque la estoy probando en una máquina virtual. Tiene un aspecto amigable para los recién llegados desde el lado oscuro… ¡y cuenta con mi fiel Synaptics para las instalaciones!

En definitiva, un curioso y digno Hijo de Debian