domingo, 5 de diciembre de 2010

De Windows a Linux fácilmente. Paso tercero. Instalando Debian.

A estas alturas, ya habrás probado Linux, y sabrás que no es nada extraordinariamente complicado, raro o enrevesado. Al contrario, habrás visto que para algunas cosas es más sencillo y fiable. Pero si siempre has usado Windows, seguramente te dará cierto miedo dejarlo, porque con el ya sabes manejarte, pero con Linux todavía hay muchas cosas que no tienes totalmente controladas.

Pues no tengas miedo, porque puedes instalar Linux en tu PC sin quitar Windows, de manera que cuando arranques el equipo, selecciones si quieres Windows o Linux. Aunque te parezca increíble, es posible, y es muy cómodo, porque puedes usar Linux y disfrutar de su seguridad, pero cuando necesites hacer algo que solo sepas hacer con Windows, lo tienes a mano con solo reiniciar el equipo.

Ahora vamos a modificar los datos que tienes en tu disco, y aunque no debería pasar nada, no queremos correr riesgos, así que antes de empezar, haz copia de seguridad de tus datos, para no perder nada en caso de que algo falle. Hay determinados pasos del proceso que vamos ha realizar que son largos, y si se interrumpen por cualquier motivo, como por ejemplo un corte de luz, podemos perder los datos. Así que insisto. Haz copia de seguridad antes de nada. Y no te quejes, si con los virus, troyanos y cuelgues de Windows no has necesitado ya la copia de seguridad… ¡Eres la persona con mas suerte del mundo!

Vamos a partir del caso más normal, y posiblemente, el más complicado. En tu ordenador tienes un único disco interno, y Windows es el amo y señor de todo el. Para que podamos hacer algo, vamos a necesitar que en el disco duro haya libres al menos unas cuantas gigas. Si no es así, tendrás que conseguir espacio libre borrando cosas y desinstalando programas, pero vamos a suponer que si, que puedes dejar libres al menos 4 gigas.

Nos ponemos a trabajar. El primer paso, una vez que ya tenemos espacio en el disco, es asegurarnos de que el disco esta “sano”. Así que desde el propio Windows, vamos a desfragmentarlo. Para ello abrimos “Mi PC” pinchamos con el botón derecho sobre el disco local “C:”, seleccionamos “Propiedades” y en la nueva ventanita que se abre, seleccionamos “Herramientas”. Allí hay tres utilidades. La que nos interesa es “Desfragmentación”. Pinchamos directamente en “Desfragmentar” y nos armamos de paciencia. ¡Windows es así!


Bueno, desfragmentado el disco, y hecha la copia de seguridad, reiniciamos el equipo y lo arrancamos con el liveCD de Linux que queramos instalar. Para este ejemplo, voy a utilizar Debian, pero puedes usar cualquier otro.

Lo primero, es ponernos cómodos. Lo que voy a hacer, es instalar “Gparted”, un programa muy sencillo de manejar que me va a permitir manipular gráficamente el disco duro. Se podría hacer sin instalar nada, con lo que  ya tenemos disponible, pero como ya he dicho, vamos a trabajar cómodos. Además, asi tenemos otro ejemplo de instalar programas para que puedas practicar.

Abrimos el menú System, y dentro de el vamos a Administration y de ahí a "Synaptic Package Manager", que es el programa que nos permite instalar otros.

Como es la primera vez que se usa, nos advierte que debe actualizar sus datos de programas disponibles. Simplemente cerramos esta advertencia y lo primero que hacemos en pulsar en el icono "Reload" de la parte superior izquierda para que actualice.

Ahora, pulsamos "Search" para buscar el programa "Gparted". En la lista de resultados seleccionamos el programa con el botón derecho del ratón y pulsamos el icono "Apply" Nos pide confirmación de la instalacion. Nosotros decimos que si a todo, y el se encarga.

Cerramos Synaptic y comprobamos que ya esta instalado Gparted, asi que solo tenemos que abrirlo.

Así es como ve nuestro disco Gparted. Como ya esperábamos, Windows es dueño de todo. La parte más oscura, indica la parte en uso.

Bien, ahora pinchamos con el botón derecho sobre el disco, y seleccionamos "Resize/Move" que es la opción para cambiar el tamaño.

Movemos la flecha derecha recortando el espacio disponible para Windows. Debemos dejar al menos 4 Gigas para nuestro Debian, pero no dejar a Windows sin ningún espacio libre o no podremos trabajar con el. Si es necesario, reinicia el equipo y borra cosas que no necesites de Windows para hacer espacio suficiente.
Algo así es como queda nuestro disco, con el espacio para Windows y espacio sin asignar en el disco.

En ese espacio libre, vamos a crear dos nuevos "discos" para Linux, uno con la mayor parte del tamaño, para el sistema y datos, y otro, con entre 512 Megas y 2 Gigas para memoria virtual. Si tienes un Giga o menos de memoria, para memoria virtual dejaremos el doble. Si tienes mas de un Giga de ram, deja la misma cantidad para memoria virtual.

Aquí estoy creando el espacio para Debian. He marcado como espacio libre después 1024 Megas (un giga) y he seleccionado que se cree como Primary Partition (partición primaria) y el sistema de archivos ext3. Cuando lo tengo listo, pulso en "Add" y paso a crear la siguiente partición.
A esta partición le asigno el espacio restante, la creo como "Primary Partition" y el sistema de ficheros como "linux-swap", que es como Linux llama a su memoria virtual.

El disco te quedara con un aspecto como este, pero realmente, todavía no se ha hecho nada en el. Pulsamos en el icono "Apply" para que todo este diseño previo se lleve realmente al disco. Hasta aquí, podíamos hacer y deshacer, porque solo era un diseño previo, pero cuando pasemos de aquí, ya estaremos modificando realmente el disco.

Una imagen de Gparted trabajando. Por nada del mundo interrumpas esto, o tus datos de Windows, y el propio Windows pueden pasar a peor vida.

¡Ya esta hecho! ¡He redistribuido el disco!

Llega el momento de mas susto. Hemos modificado el uso del disco, así que ahora es cuando reiniciamos el equipo y vemos si Windows sigue funcionando. Si todo va bien, arrancara como siempre, y de lo único que se habrá enterado es de que ahora tiene menos espacio en el disco, pero de los otros dos "fragmentos" de disco, ni se enterara, porque están escritos en un formato que no entiende.

Comprobado que todo va bien, volvemos a reiniciar con nuestro disco de instalación de Debian.

Esta vez, en ve de entrar en la version "Live", vamos a entrar en la instalación con entorno gráfico "GUI Install". Dicho de otro modo, vamos a entrar en la instalación en modo fácil.
Lo primero que nos preguntan, es el idioma. No creo que esto te de ningún problema, ¿no?

Ahora nos pregunta en que país estamos, para saber cual es nuestra moneda, uso horario, posibles juegos de caracteres para el teclado...

Ahora a elegir entre las diferentes configuraciones del teclado. Yo escojo la que me da por defecto.
Ahora se nos pregunta como se va a llamar este ordenador. Puedes poner cualquier cosa, salvo el nombre de otro ordenador que este en la misma red.

Si estamos en una red del trabajo, y nos tenemos que conectar a algún dominio, lo escribimos aquí, si eso te suena a chino, y estas en casa... ¡basta con no poner nada en absoluto!

Root es el nombre que en Linux se da al administrador del equipo, el que puede hacer todo, desde instalar programas hasta borrar el equipo. Asígnale una contraseña segura, pero asegúrate de recordarla, porque necesitaras trabajar como Root para instalar programas, formatear discos o configurar la impresora, entre otras cosas.

Como Root tiene mucho poder, es peligroso trabajar siempre con ese poder, así que para el día a día, vamos a crear un usuario "normal" que no pueda borrar medio disco por error. Sencíllamente, dale un nombre a tu usuario "normal"

Acabamos de crear un usuario, así que necesitamos una forma corta y sencilla de referirnos a el. Debes poner un nombre de usuario todo en minúsculas.
Llega el momento de dar una contraseña de entrada al usuario que acabamos de crear.

Seleccionamos si estamos en la península, en las Canarias o en Ceuta y Melilla
Hay que decirle a Linux como queremos que use el disco. Como ya antes creamos particiones para compartir con Windows, le decimos que lo vamos ha hacer de forma manual, para usar lo que ya tenemos.

La primera partición, que estara en formato ntfs o fat, es la de Windows, y no la queremos tocar, así que elegimos la segunda, que es la que creamos con ext3 para nuestro Debian.
Para ahorrar tiempo, le decimos que no la formatee. El punto de montaje lo asigamos como "/", es decir, el sistema principal de Debian. Cambiadas estas dos cosas, nos vamos a "Se ha terminado de definir la partición" Con eso volvemos a la pantalla anterior, y seleccionamos "Finalizar el particionado y escribir los cambios en disco".

Se nos pide confirmacion de que estamos seguros de querer hacerlo.

Ahora Debian esta instalandose. Un poquito de paciencia, que ya casi estamos.
Se nos pregunta si queremos instalar "Grub" Este es el programa que se encarga de preguntarnos si queremos arrancar con Debian o con Windows, así que le tenemos que decir que si.
¡¡¡ Ya esta !!!

Ahora, cuando encendemos o reiniciamos el equipo, nos aparece durante unos segundos este menú pidiendonos si queremos arrancar con Windows o con Debian. Sencillamente selecciona con las fechas del cursor la opcion indicada y pulsa "Intro". Notaras una clara tendencia a que cada vez menos veces se seleccione Windows, hasta que al final, no seleccionaras nada, y tras unos segundos se iniciara automáticamente Debian.

Y con esto concluimos esta capitulo de nuestra guia de Windows a Linux. Con esto ya puedes trabajar perfectamente en Debian, y descubrir como tu equipo es más potente de lo que creías. Y en el próximo post, realizaremos los últimos ajustes para que todo este funcionando a la perfección.

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