lunes, 20 de noviembre de 2023

Minipersonalizaciones para Nemo

 Ya he comentado alguna vez que abandoné Mate tras años de fidelidad y tras probar KDE, finalmente me pasé a Cinnamon. Con este entorno, la gestión de ficheros y carpetas está en manos de Nemo, un administrador de archivos algo feúcho, pero muy versátil y cómodo. 

Para trabajar totalmente a gusto con el puedes personalizar algunas opciones a tu antojo. Y ahora vamos a ver algunas que yo ajusto y me ayudan en el día a día.

Lo primero, es una manía que tengo por culpa de Windows. Pulsar dos veces en un archivo o carpeta para cambiarle el nombre. Aunque es verdad que mas de una vez le das demasiado rápido y lo que consigues es abrir el archivo, a mi eso de seleccionarlo, ir al menú contextual y clicar en cambiar de nombre, se me hace pesado, así que cambio este funcionamiento por defecto.

Es muy sencillo, solo tienes que ir a “Editar” y luego a “Preferencias”. Y en la sección de “Comportamiento” marcar la casilla “Doble clic en el nombre de un archivo para renombrarlo”.


Otra cosa curiosa a la que al final le coges vicio es en hacer doble clic en cualquier parte vacía para ir la carpeta superior. Muy útil cuando entras a ver que tiene una carpeta antes de copiarla o moverla, por ejemplo. En este caso tienes que ir a “Editar” y “Preferencias”. Ahora en la sección de “Comportamiento” marcar la casilla “Doble clic en un área vacía para ir a la carpeta superior”.


Otra cosa útil es poder comprimir ficheros a golpe de ratón. Solo seleccionándolos. Para poder hacerlo tienes que instalar nemo-fileroller, que está en repositorios oficiales. Solo es un breve paseo por Synaptyc.


Una cosa que yo no suelo hacer, y que algún día me va a dar un disgusto, es comprobar el hash de los ficheros que me bajo de la red. Esa es la forma de comprobar que nadie ha toqueteado el fichero que te has bajado, por ejemplo, con la .ISO de Debian. Pero si eres un poco menos inconsciente que yo, tienes que instalar nemo-gtkhash y en las propiedades del archivo, podrás comprobar el hash.


Otra cosa que me resulta útil es tener a mano las carpetas que suelo utilizar. Para ello Nemo cuenta con unos marcadores que se muestran en la barra izquierda. Añadir contenido a esos marcadores es tan fácil como entrar en la carpeta deseada y pulsar CTRL + D o si prefieres no usar el teclado, pinchar en “Marcadores” y ya luego en “Añadir marcador”


Y para finalizar, algo que venden como gran novedad en Windows 11 y que yo recuerdo en mi Debian de toda la vida. Tener varias pestañas en el administrador de archivos, cada una en una carpeta diferente. Algo para lo que solo tienes que pulsar en CTRL + T o, a golpe de ratón, ir a “Archivo” y “Pestaña nueva”


Estás son mis manías para con Nemo… y ahora también las tuyas.

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