Lo ideal es instalarlo todo desde los repositorios, sobre todo en una distribución con unos repositorios tan amplios y probados como Debian. Pero soy lo que mi madre llama un culo inquieto y eso me hace descargar .deb de los sitios más dispares, y por supuesto, instalarlos.
¿Y como se instalan esos ficheros? Pues como todo en está vida, lo puedes hacer de manera complicada y de manera sencilla. Vamos a verlo.
Partimos del supuesto de que te has bajado un fichero .deb y lo tienes en tu carpeta descargas. La manera más purista de instalarlo sería abrir una terminal, navegar hasta tu carpeta de descargas y ejecutar
- sudo dpkg -i ./elfichero.deb
Pero si el programa en cuestión tiene dependencias que no están preinstaladas, tendrás un bonito error. Tampoco es nada que te deba preocupar, solo tienes que instalar esas dependencias y luego reinstalar el programa
sudo apt install -f
sudo dpkg -i ./elfichero.deb
Bien, con esto ya tienes resuelta la instalación. Pero hay una manera sencilla de hacerlo todo con un solo paso, y es cambiar dpkg por apt, de manera que instalarías el programa y sus dependencias con solo ejecutar
- sudo apt install ./elfichero.deb
Y hay una manera aún más sencilla para la que ni tan siquiera necesitarás la terminal, y es con GDebi. Que no es otra cosa que un apt install con interfaz gráfica. Si no me equivoco, viene ya preinstalado, y si no es así, una pasadita por Synaptic o tu tienda de aplicaciones favorita y lo tendrás en tu mano.
Y con GDebi es tan sencillo como hacer doble clic sobre el fichero .deb que has descargado y pulsar en el botón instalar.
Ahora ya es cuestión tuya decidir cuanto te quieres complicar.
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