Primer vistazo a Edge

Se han congelado los infiernos y las ranas han criado pelo en los sobacos. Más increíble todavía, la tele pone programas interesantes. Lo imposible ha pasado, Microsoft ha cumplido su promesa y Edge está disponible en Linux. 

En su lucha por sacar de la irrelevancia a Edge, Microsoft ha cambiado su corazón por Chromium e incluso lo ha portado a Debian. Llega el momento de echarle un vistazo. 

Lo primero es aclarar que somos unos prisillas y no hemos esperado a una versión estable de Edge, ni tan siquiera una beta y lo que vamos a instalar es una versión de desarrollo.  

Lo primero, es instalarlo. En la web de descargas de Insider encontramos un paquete deb y otro rpm, con lo que podemos instalar en la mayoría de las distribuciones. 

Buena noticia, se puede instalar desde gdebi ¡sin siquiera necesitar dependencias! Pero ojo, como tantas otras aplicaciones que no vienen de los repos oficiales, no solo se va a instalar, si no que Microsoft va a empezar a colonizar tu sistema empezando por la lista de repositorios. 

Un par de minutitos de espera y Edge está instalado... o al menos eso se supone, porque en los menús de mi Debian Mate no asoma por ninguna parte. La solución es lanzar la aplicación a mano desde una terminal o con ALT + F2. Si quieres que la cosa sea un poco más permanente, tendrás que reiniciar... la sesión. ¿Qué es más Microsoft que reiniciar algo para que termine la instalación? 

Ya tenemos Edge en pantalla y vamos con las cosas que aún no funcionan. No podrás abrir sesión en el navegador con tu cuenta Microsoft para sincronizar marcadores y demás. Que no se nos olvide que estamos en una versión de desarrollo. 

Bueno, pues lo primero que he tratado de hacer importar los marcadores desde mi fiel Firefox y he sufrido un curioso bug sin mayor importancia. Al abrir el icono de marcadores, y tratar de abrir las opciones, solo ha aparecido el 20% del cuadro del menú por su parte izquierda. Abriendo y cerrando, se ha ido desplegando hasta mostrarse entero. No deja de ser una curiosidad.

En cuanto a las extensiones, aquí sí ha sido un poco más agridulce.  Mientras que un descargador de videos de YouTube se ha instalado sin problemas y aparentemente funciona, otra que tan solo debería permitirme ir a con un solo clic a Office Online, da un error al instalarse. 

En el aspecto gráfico, Edge es igualito a su hermano mayor. Ya sabemos que la gente de Redmond tiene eso bien controlado, así que sin sorpresas. 

Pero lo importante de un navegador, es que muestre bien las páginas y cargue rápido. Y en ese aspecto el motor de Chromium y la poca carga de complementos consigue un trabajo estupendo. La aplicación en sí se abre bastante más rápido que mi fiel Firefox. 

En cuanto a la velocidad de carga, las cosas también van bastante bien y el comportamiento no presenta errores evidentes. Todas las webs que he probado han funcionado correctamente. Y como prueba final, este artículo está escrito en Word Online utilizando Edge y luego montado en Blogger sin que hubiera ningún problema ni ningún comportamiento extraño. 

En definitiva, un producto bastante bien acabado a pesar de ser solo una versión de desarrollo, que arranca rápido y carga bien. No va a sustituir a mi amigo Firefox, pero está bien que le pegue un buen tirón de orejas a su tío Chrome para que no se convierta en un nuevo Explorer. 

Por cierto, el modo Explorer no está aún disponible. Aun no podemos disfrutar de sus fallos.