A quien no le ha pasado, que ha tenido
que desplazarse a casa de un amigo o familiar para resolver un
“problemón” con el ordenador y al final ha resultado una
tontería que se solucionaba en 3 segundos si te la hubieran descrito
bien.
Esto ocurre sobre todo cuando los
amigos o familiares son novatos con la informática o cuando por fin
les convences de que prueben Linux y como no tienen sus queridos
accesos directos en el escritorio no saben lanzar ni una sola
aplicación a pesar de que les digas por teléfono que tienen que
hacer.
Para estos casos, nada como la
asistencia remota. Conectarnos al ordenador de quien tiene el
problema y hacernos una idea de la gravedad del problema antes de ir
a ningún sitio. Arreglar un problema sencillamente con un par de
clics o enseñar a usar básicamente tal o cual programa. Y en el
peor de los casos, saber que tenemos que ir armados de los discos de
instalación y el termo de café.
Una aplicación estupenda para ello es
Teamviewer, porque permite conectar casi a cualquier máquina desde
cualquier otra y la configuración es menos que mínima. De hecho,
podemos conectar desde un smartphone a un equipo Linux con la misma
facilidad que de un equipo Windows a otro Windows. No tendremos que
preocuparnos de proxys, cortafuegos, puertos....
Desgraciadamente es software
propietario y no esta en los repositorios. Es más, aunque lo venden
como software nativo para Linux, en realidad es el binario de Windows
empaquetado con un wine preconfigurado. Pero lo importante del
asunto, es que instalarlo es facilismo, solo lo tenemos que descargardesde la web del fabricante e instalarlo como cualquier otro .deb.
Luego lo ejecutaremos desde el menú de aplicaciones de Internet.
Al ejecutarlo veremos una pantalla como
la siguiente:
A la izquierda, nos da nuestro
“usuario” y una contraseña de acceso aleatoria que podemos
regenerar o establecer a nuestro antojo.. A la derecha nos da la
opción de conectar al equipo de otro usuario.
¿Y que hay que hacer? Pues muy
sencillo. Si queremos dar asistencia a alguien, tenemos que pedirle
que nos diga cual es su usuario, el que le sale a la izquierda.
Nosotros lo ponemos a la derecha y al conectarnos, nos pedirá la
contraseña, que también nos habrán tenido que facilitar.
Evidentemente, si lo que queremos es que nos den asistencia,
tendremos que facilitar el usuario y la contraseña a nuestro
ayudante... ¡y nada mas!
Solo con esto, ya tendremos el
escritorio de nuestro amigo o familiar en una ventana. Lo
sorprendente, ademas de no haber necesitado ningún tipo de
configuración, es que la velocidad de uso es alta y podremos
trabajar con el equipo remoto casi como si estuviéramos delante de
el.
Ademas, tenemos opciones muy
interesantes, como por ejemplo, cambiar la resolución y la calidad
de la imagen, con lo que podemos tener mas velocidad de manejo si la
conexión es lenta o ver el escritorio con más calidad si la
conexión es buena.
También podemos revertir el sentido de
la conexión, es decir, que dejemos de controlar el equipo de nuestro
amigo y sea el quien controle el nuestro ordenador. Y si es preciso,
volver al principio y tener de nuevo el control.
Y más opciones interesantes. Podemos
usar un sencillo pero práctico chat para ir comentando lo que
hacemos o pedir datos a nuestro interlocutor. También podemos usar
voz ip y charlar durante la conexión o incluso usar la webcam.
Se pueden grabar las intervenciones y
tomar pantallazos, por si nos fuera necesario, por ejemplo, para
hacer un manual de uso de alguna aplicación. O transferir ficheros
entre ambos equipos de forma rápida y sencilla. Y si estas dando
asistencia a un equipo con Windows, te vendrá como anillo al dedo la
posibilidad de reiniciar la máquina remota y volver a reconectarnos
sin necesidad de intervencion del “usuario remoto”
Y no se acaba aquí Teamviewer. También
se pueden hacer reuniones virtuales de hasta 25 participantes, con
intercambio de ficheros y la posibilidad de mostrar el escritorio o
incluso de compartirlo, con lo que podremos enseñar a varias
personas a la vez a usar una aplicación, por ejemplo.
En definitiva, una buena aplicación,
que destaca por su nula necesidad de configuración, lo que es de
agradecer, y por la soltura con la que se puede manejar un equipo
remoto, lo cual, con las conexiones de las que disponemos, también
es de agradecer.
Buenas noches Carlos:
ResponderEliminarTengo una duda, al instalarlo todo perfecto pero, al ejecutarlo me he dado cuenta que lo mueve wine, ¿es correcto?.
"Por cierto, tengo instalado lmde con xfce".
Muchas gracias de antemano y, sigue así con el blog. Continuamente se va aprendiendo con gente como tu que nos haces más sencillo el tener linux con una u otra distro.
Gracias de nuevo.
Si, como comento, es soft propietario y encima para Windows. Lo bueno es que wine ya viene empaquetado y configurado para que funcione todo sin mas.
EliminarEste programa es muy bueno, lo uso para manejar un PC que tengo sin monitor.
ResponderEliminarLe echare un ojo cuando tenga tiempo :(
ResponderEliminarGracias