Hijos de Debian: Elive (II)

Ya habíamos probado aquí Elive como live-cd, pero gracias a la generosidad de Thanatermesis, que me regalo 2 licencias, he podido instalar Elive y probarlo, confirmando la buena impresión inicial. Para hacernos una idea, Debian tarda 35 segundos en pedirme la contraseña y 33 mas en tener listo todo el escritorio. Elive pide la contraseña a los 43 segundos, y esta listo en tan solo 7 segundos mas.

La instalación fue un poco atípica, en parte por mi culpa, aunque al final no dio problema alguno.

Arranqué desde el live-cd y lo primero, fue abrir el gestor de discos Gparted para crear una partición donde instalar, quitándole espacio a la única partición que tenia en mi equipo, con Debian. Es un proceso delicado, porque podía haberme cargado mi querido Debian completito, pero a pesar de la larga incertidumbre, todo fue bien. Un reinicio breve para comprobar que mi Debian seguía vivo y vuelta a Elive.

Después arranqué la instalación, y es cuando me sentí como un autentico bruto, porque uno de los primeros pasos para la instalación, es crear la partición con Gparted. En fin, ya lo tenia hecho, seguí con el proceso, breve y sin ningún tipo de complicación.

Una instalación bastante rápida y es la hora de reiniciar el equipo.

Siguiente punto critico, comprobar si Elive era buen vecino y reconocería a Debian, configurando correctamente GRUB para poder acceder a ambos sistemas, o se comportaba como Windows y me dejaba sin acceso a Debian. Pero esto es Linux, y Elive me instalo un bonito arranque donde elegirle a el o a Debian. Perfecto.

Ahora llegamos al momento del susto. Elive arranca en modo texto, y yo me quedo mirando y pensando que había pasado con esas ventanitas tan monas que tenía antes. Inicie las X con un simple startx, y nada mas empezar, al mas puro estilo Windows, arranca una segunda fase de la instalación. Ya me extrañaba a mí lo poco que había tardado.

Nuevo reinicio, y esta vez todo arranca bien. Elive ya esta instalado y probando su velocidad, a pesar de que mi ordenador ya tiene sus añitos. Accedo sin problema a Internet, a la partición de Debian, a los equipos en red con XP y Windows 7... Todo genial.

Ahora llega la mala nueva. Trato de instalar Openoffice.org, y todo va como la seda, salvo por el hecho de que ha instalado la versión 2.4. Aquí Elive se vuelve tan conservador como Debian Lenny, y supedita a la estabilidad y ligereza del sistema todo lo demás. Llega el momento de hacer el bruto, y añado los repositorios de Debian Testing a los propios de Elive, a fin de cuentas, son padre e hijo, debería funcionar. Pues si, a pesar de la salvajada, no solo he mezclado repositorios, si no que son de distintas distribuciones, todo sigue funcionando, y consigo instalar Openoffice.org 3.1, que funciona perfectamente.

Como prueba de fuego, me pongo a crear un dvd con Devede, y el proceso marcha perfectamente. Tres horas escasas para crear una iso con la película me parece una buena marca para mi cacharrete. Además, mientras tanto he ido mirando programas y juegos....

Hora de empezar a probar todo. Enciendo la impresora, una multifunción de HP, y el sistema la detecta enseguida y me pregunta por el sistema de control que deseo, dándome dos opciones. Ni las leo, selecciono la recomendada, y ya tengo impresora y escáner funcionando perfectamente. ¡¡ Que aprendan los que dicen que
los dispositivos se instalan más fácilmente en Windows !!

Toca ahora probar la conexión a Internet por el móvil. Desconecto el cable de red y pincho mi N70 con su cable original, me dirijo al applet de configuración que esta en la esquina derecha de la pantalla, pincho en conectar por el móvil, me pide el operador de una enorme lista... ¡ Y a conectar ! Bueno, mi teléfono no es que sea un bólido como modem de Internet, pero estoy on-line, sin Pctools ni zarandajas.

Bueno, volvamos a colocar el cable de red, que los señores de Simyo me van a meter una factura bien graciosa.

A pesar de la salvajada con los repositorios, todo funciona rápido y bien. Uno de los puntos que mas me gustan, es no tener que instalar flash, pues ya se instala por defecto, así que me puedo lanzar a navegar sin más desde el primer momento.

En principio, todo es tremendamente similar a Debian, salvo que me cuesta un poco acostumbrarme a los menús, que se activan al pinchar con el botón derecho o izquierdo del ratón sobre una parte libre del escritorio.

Lo único que no me gusta, es el emulador de terminal en modo grafico, así que intento instalarme Guake, y para mi disgusto, no aparece en Synaptic. Al final, decido no liarla mas con los repositorios, y me instalo Tilda, con el que descubro que me siento tan a gusto como con Guake.

En definitiva, Elive cumple perfectamente con las expectativas que despertó como
live-cd. La instalación es sencilla, aunque se hace un poco lenta, no por lo que tarda en si, si no por realizarse en 2 fases. El sistema, es robusto, y aguanta mis salvajadas, y la configuración de los dispositivos, no podia ser más facil.

Se lo recomiendo a todos los novatos que quieran iniciarse en el mundo de Linux,
por lo sencillo y agradable que es de usar, y a los mas veteranos, porque con un
equipo con pocos recursos se obtienen resultados estupendos.

Por cierto, este post esta escrito desde Elive.