Cuando abandonas Windows, uno de tus principales problemas es saber con que aplicaciones trabajar, cuales son las que mejor se adecuan a tus necesidades, y por supuesto, son libres, gratuitas y todo lo demás.
Pero en ocasiones, por falta de tiempo para buscar alternativas, porque las alternativas no nos convencen, y sobre todo, por la pereza de aprender nuevos programas, nos vemos obligados a intentar seguir con los que estábamos trabajando.
Para ello, nada mejor que instalar Wine, un fabuloso "emulador" de Windows, que nos permite ejecutar estos programas.
Para instalarlo debemos añadir sus repositorios. Lo mas fácil es abrir un terminal y añadir la clave del repositorio (una especie de firma de seguridad, que nos indica que lo que bajamos de ese repositorio es el programa que buscamos, y no un fraude)
wget -q http://wine.budgetdedicated.com/apt/387EE263.gpg -O- | sudo apt-key add -
Y después, instalamos el repositorio
sudo wget http://wine.budgetdedicated.com/apt/sources.list.d/etch.list -O /etc/apt/sources.list.d/winehq.list
Después solo tendrás que instalar Wine de la misma manera que instalas cualquier programa (yo te recomiendo synaptic, en el menú sistema -> administración)
Y ya estas listo para instalar tus viejos programas, simplemente haciendo "clic" sobre el instalador. Aunque, yo te recomiendo muy mucho que busques sus equivalentes en Linux, porque el rendimiento y la fiabilidad serán infinitamente superiores.
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