Yo nací para la informática con MS-DOS,
así que la consola de comandos no es algo que me asuste. Pero tengo que
reconocer que hay comandos que por ser especialmente crípticos, largos o llenos
de parámetros, son propensos a que los escriba mal o directamente me olvide de
como escribirlos.
Para eso tenemos a nuestra disposición
los alias, que no son mas que el nombre “de colegueo” que nosotros le damos a
un comando, de manera que una larga ristra de comandos, redirecciones, parámetros
y argumentos se convierta en algo tan fácil como escribir una única palabra. ¡¡Es
el advenimiento del paraíso a la consola!!
Pongamos un ejemplo. Yo suelo
utilizar amuled, el demonio de amule que trabaja sin interfaz gráfica y gracias
a eso consume bastante menos y molesta mucho menos. Lanzarlo es tan fácil como
escribir en la consola “amuled -f”. Pero si te olvidas del -f mataras al
demonio si cierras la terminal y si te despistas y escribes amule lanzas el
programa normal, con su interfaz. Solución. Un alias que haga que en la
terminal solo tenga que escribir amule y el lo convierta en el “amuled -f”.
Otro ejemplo. Seguro que más de
una vez, en lugar de ls escribes sl. Puedes instalar el paquete sl y que cuando
escribas mal aparezca una locomotora a vapor en tu terminal. Pero eso solo es
una gracieta y tendrás que volver a escribir el ls y todo lo que lo acompañaba.
Es más cómodo crear un alias que cambie el sl disléxico por un ls y tu error se
corrija por arte de magia.
Podemos crear alias “de usar y
tirar” o permanentes y en ambos casos es un proceso rápido y sencillo.
Para alias temporales, solo tenemos
que escribir
- alias nombredelalias=’comando super largo’
- alias amule='amuled -f && exit' #Ejemplo de uso#
El alias estará vivo hasta que
cerremos la terminal en la que estamos. Si necesitamos acabar con el antes,
solo tenemos que escribir
- unalias nombredelalias
Pero supongamos que ese alias lo
utilizas frecuentemente y lo que menos te apetece del mundo es tener que
escribir el alias cada vez abras una terminal. Lo único que tienes que hacer es
escribir ese alias en un fichero oculto en tu home llamado .bash_aliases utilizando
cualquier editor de texto, por ejemplo, nano. La siguiente vez que abras una
terminal, el alias estará ya disponible.
¿Y si quiero añadir un alias en
.bash_aliases y empezar a usarlo ya? Pues estando en tu directorio home, solo
tienes que escribir
- . ~/bash_aliases
Y con esto amigos mios puedes
escribir una simple palabra y que esta se convierta en un comando ultrafriki.
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