lunes, 3 de mayo de 2010

Reinstalar salvando tus datos.


Cuando instalé Debian, me fui a lo fácil y lo hice en una única partición. Luego, con el espacio restante de mi disco, hice una instalación de Elive, también de la misma manera.

Pero todo falla, sobre todo con estas manos mías que parecen del enemigo. Así que cuando mi Debian sucumbió. Como tenia tiempo para poder dedicarle al ordenador, decidí ponerme a experimentar, y hacer, fundamentalmente dos cosas, instalar Debian 6, que todavía esta en estado de alfa, y tratar de salvar mis datos, sin tener que recurrir a la tediosa copia de seguridad.

Paso uno, inicie mi Elive y desmonte la partición de Debian, luego la reduje hasta unos 50 gigas y cree una partición ext4 en el espacio liberado. Todo esto desde el gestor de disco Gparted. No hay que decir, que el contenido original de la partición de Debian no sobrepasaba los 50 gigas que le deje con la transformación, y que por tanto, en la nueva partición, tenían que caber sin problemas mis datos.



El segundo paso fue, activar ambas particiones. Y aquí el primer contratiempo, olvide formatear la nueva. Vale, a formatear.

Tercer paso, copie la carpeta de mi usuario Debian a la partición recién formateadita. Por si las moscas, pulse "CTRL" + "H" para ver si había algún archivo oculto. Y seguimos dándole trabajo a mi viejo disco, que cualquier día va a decir basta. ¿Como narices tengo yo 28 gigas de datos en mi carpeta personal?

Cuarto paso. Reinicio e instalación desde el cd netinstall que me baje. Y segundo problema, la instalación gráfica se queda colgada nada mas arrancar. Lechugas, ¿voy a tener que bajar la versión 5? Bueno, antes de desistir, probaremos la instalación en modo texto de toda la vida... ¡Funciona!

Quinto paso, viene la manteca. Al llegar a la configuración del disco, es cuando me digo que hasta aquí llegaron mis datos, pero ese es el plan, experimentar aunque tenga que reinstalar todo, incluida mi backup. Entro al particionado manual y selecciono la primera partición para instalar Debian, formatear con ext3 y como punto de montaje "/". Selecciono la segunda partición donde están los datos y selecciono no tocar el contenido y como punto de montaje "/home". ¡Dios proveerá!

Paso sexto. ¿Por que me descargue la versión netinstall en lugar de una desktop? El aburrimiento es total mientras se van descargando paquetes y más paquetes... 1117 paquetes a paso tortuga.

Bueno, llegamos al paso séptimo, configurar el arranque, y gran catástrofe. Grub no detecta a Elive. Miro de reojo el disco recién tostado con Ubuntu 10.04 que he estado probando en maquinas virtuales y me digo que en el peor de los casos, puedo probar también Ubuntu.

Séptimo paso. Esto es el cielo. Debian, contra todo pronostico, ha arrancado, y no solo eso, si no que en /home están mis datos, y con ellos la configuración de mis programas. Mis favoritos de Iceweasel, mis correos de Evolution, mis applet, mi fondo de pantalla, mis discos duros virtuales de Virtual Box...

Paso octavo, ir instalando aplicaciones, y comprobando que cogen las configuraciones que tenia guardaditas sin problemas. Como ejemplo, Virtual Box Ose reconoce perfectamente las 3 maquinas virtuales que tenia creadas, y eso que no eran de la versión OSE.

En cuanto a los problemas de detección del Elive... No tengo ni idea de como repararlos, no se como modificar el Grub2 que trae Debian, y me apetece más probar el nuevo Ubuntu que darle vueltas a Grub2, además, ¿que ocurriría si se asigno a Ubuntu la misma partición para el "/home"? ¿Reventara todo?

¡A probar se ha dicho!

2 comentarios:

  1. que bruto eres! oye, reventó o no revento?

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    1. No, Ubuntu se llevo bien con mi Debian hasta que lo cambie por Mint, ya con su propia /home

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